martes, 24 de diciembre de 2019

Libro



Mónica Caravias Álvaro
Lady Clementina Hawarden (1822-1865)
Madrid, Ediciones del Orto, 2000, 96 páginas 
[Biblioteca de Mujeres, nº 17]
ISBN 84-7993-230-7


ÍNDICE

I. CUADRO CRONOLÓGICO 7
A) Biografía de Clementina Hawarden Elphinstone 8
B) Acontecimientos políticos, culturales y artísticos 9
II. VIDA Y OBRA DE LADY CLEMENTINA HAWARDEN 11
l. El adiós al anonimato de una artista y la recuperación de una fotógrafa 12
2. Afición y aristocracia en la Era Victoriana 14
2.1. Las mujeres y la representación del ideal femenino 18
2.2. La aportación femenina al desarrollo de la fotografía inglesa: el «género doméstico» y el retrato 22
3. Una vida de cuento: infancia, adolescencia y madurez 32
4. Drundum, el nacimiento de una afición 33
5. El círculo artístico londinense de South Kensington 35
6. La importante huella de Lady Clementina 41
III. SELECCIÓN DE IMÁGENES 59

IV. BIBLIOGRAFÍA 91 


A lo largo del XIX apenas existieron mujeres que buscasen en la fotografía una exploración más profunda que el mero reflejo de su familia y estatus. Pero entre todas éstas, aparecen verdaderas artistas cuyas obras merecen ser destacadas y renombradas por su genialidad creadora, seriedad, rigurosidad de estilo e innovaciones temáticas y de composición. Este es el caso de Clementina Elphinstone Fleming, Lady Hawarden, cuya obra aparentemente reflejo de su familia y hábitos domésticos esconde todo un universo de imágenes, en cierto modo «subversivas», que desafían sutilmente los códigos morales de la sociedad victoriana que encorsetaron y recluyeron a las mujeres en la mansión del hogar y la pureza virginal. Se podría decir que Clementina Hawarden ha sufrido una doble desaparición, una de ellas y la primera, inevitable, su muerte física tras una neumonía en 1865, y la segunda, terriblemente injusta y lamentablemente no poco corriente en el transcurso de la historia del arte, como artista destacable de la fotografía victoriana del siglo XIX. Una muerte prematura que la lleva al olvido repentino, colectivo e inexplicable pese a ser una fotógrafa admirada y premiada por sus colegas y por la crítica contemporánea. A partir de ese momento sólo su familia, esmerada tesorera de sus álbumes, conservaría en la memoria su destacada, meritosa y laureada trayectoria artístico-fotográfica. En 1939, con motivo del primer centenario de la invención de la fotografía, el Victoria and Albert Museum de Londres recibió de su nieta, Lady Tottenham, 775 imágenes de Clementina gracias a lo cual su trabajo no sólo quedaría preservado sino que se posibilitó su estudio por vez primera y una merecida divulgación.

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