sábado, 21 de septiembre de 2019

Libro



EURÍPIDES
Las Bacantes
Introducción, traducción y notas: 
Alfonso Martínez Díez
Madrid, Ediciones Clásicas, 2007, 64 páginas

ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 7
1. Dioniso 7
2. Dioniso en Atenas 8
3. Dioniso y los poetas trágicos 9
4. Las ideas religiosas de Eurípides 10
5. Sugerencias para la lectura 11
6. Algunas traducciones castellanas de Las Bacantes 12
LAS BACANTES 13
PERSONAJES 14
PRÓLOGO (vv. 1-63) 15
PÁRODO (vv. 64-169) 17
EPISODIO PRIMERO (vv.170-369) 20
ESTÁSIMO PRIMERO (vv. 370-432) 27
EPISODIO SEGUNDO (vv. 433-518) 29
ESTÁSIMO SEGUNDO (vv. 519-603) 33
EPISODIO TERCERO (vv. 604-861) 35
ESTÁSIMO TERCERO (vv. 862-910) 46
EPISODIO CUARTO (vv. 911-976) 47
ESTÁSIMO CUARTO (vv. 977-1023) 50
ÉXODO (vv. 1024-1392) 51

Por más que ello choque con los pasajes de otras tragedias en que Eurípides ha fraguado su inmerecida fama de racionalista e irreverente para con los dioses, es evidente que la lectura completa de las Bacantes hace ver que esta tragedia constituye una auténtica glorificación de la religión dionisíaca. Incluso la intervención de Penteo contribuye, por contraste, a dar realce a esa dignificación.
Este cambio de postura ante el hecho de la religión por parte de Eurípides se ha intentado explicar de muy diversas maneras: un arrepentimiento del que está próximo a la muerte, una conversión en aras de la fuerza subyugante con que aparecía a sus ojos el delirio báquico, etc.
Sin desdeñar la posibilidad de que Las Bacantes sea una obra de encargo en la que el poeta quiere mostrarse respetuoso con las ideas y creencias de su Mecenas (Arquelao de Macedonia), tampoco debe descartarse por completo la hipótesis que sostiene una renuncia de Eurípides a seguir utilizando la razón para comprender un fenómeno que tan mal puede casar con ella, el fenómeno religioso. Y es que, como ya dijera el historiador romano Tácito (Germania XXXIV), sanctiusque ac reverentius visum de actis deorum credere quam scire. Eurípides habia pasado toda su vida tratando de saber; le faltaba por tanto intentar el ángulo complementario de la cuestión, creer, al menos desde un punto de vista teórico y en el escenario de un teatro.